Desdén y audiencia

Eva Yerbabuena hace suyas y comparte las palabras de este texto escrito por el guitarrista juan carlos romero tras la emisión en TVE del programa ‘lazos de sangre’ dedicado a Paco de lucía

uando alguien se dispone a hablar o escribir desde cualquier foro de Paco de Lucía, la figura más rotunda, revolucionaria y clarividente del flamenco y probablemente de la música española en el mundo, el halago es la única alternativa, el único camino para no caer en el ridículo y para ello no hacen falta grandes conocimientos musicales o artísticos, sólo un diccionario y suficiente memoria para retener los más gruesos elogios, las más rutilantes alabanzas. Sin el menor temor a equivocarte sabes que todas tienen la medida de este legendario artista. Y fueron abundantes los que el Maestro recibió a lo largo de la emisión de “Lazos de sangre”, programa de TVE al que sólo salvaron los artistas y familiares intervinientes.

Y es que cuando la televisión pública de España se decide a glosar y homenajear a tan colosal figura esperas que lo haga mostrando al mundo y a su país el orgullo por su Ilustre hijo incidiendo fundamentalmente en lo que lo ha hecho inmortal, es decir, la grandeza de su obra, su inspirada y fértil creatividad , cómo cada uno de sus discos suponía la apertura de un nuevo horizonte reinventando el lenguaje del flamenco, dejando su vida en esta afanosa búsqueda, en esos infinitos encierros de salvaje autocrítica y el enorme regalo que hacía al flamenco, a la humanidad, en cada uno de sus luminosos hallazgos.

Los más grandes músicos de España y del mundo se hubiesen sentido halagados y dichosos de ser llamados para decir esto o mil cosas más, distintas o mejores, pero que aspiren a su altura, confraternizando en una amigable tertulia televisiva en torno al Maestro, calibrando su legado artístico, motivo de pasmoso asombro por todo el planeta.

Defendió con uñas y dientes al flamenco de los continuos e históricos desdenes, peleó tenazmente por la dignificación de su cultura, de la música popular más importante de Europa y una de las más importantes del mundo. Todos podemos imaginar lo que hubiera dicho.

Otros artistas, amigos e intelectuales podrían haber reflexionado sobre los aspectos mas humanos y contradictorios de su personalidad, con verdadero conocimiento, ya sabemos que sólo se conoce de verdad lo que se ama. Pero como dejó dicho el gran Enrique Morente “para qué vamos a hacer las cosas bien pudiéndolas hacer mal” .

Esperemos que en próximos programas de nuestra televisión pública, esa que tiene obligaciones irrenunciables con la cultura, aunque parece tenerlas más con los índices de audiencias, esa que pagamos entre todos haga el programa que don Francisco Sánchez Gómez (en este orden, Boris ) merece, y el flamenco, que es la música a la que el genio dedicó su vida, tenga por fin en su parrilla un programa digno de la manifestación musical más importante que nunca tuvo nuestro país.

Juan Carlos Romero, 11 de septiembre de 2020

 

La fotografía que acompaña el texto es de JavidBaku

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